El hombre: la estrella de 5 puntas
El dibujo de Leoardo Da Vinci, donde vemos a un hombre con brazos y piernas abierta simulando una estrella, el pentagrama, se ha utilizados ancestralmente para representar al Ser Humano, así con mayúsculas, es decir, el hombre perfecto o trascendido: el Cristo. La estrella la han utilizado tambien los filósofos orientales para representar los 5 elementos de la creación: Viento, Fuego, Tierra, Metal y Agua, y otros cambian el elemento metal por Eter. Estudiando la Ley de Analogía el número 5 representa también al quinto chacra: el tiroideo, el poder del verbo, en la garganta. Esto concuerda con la alegoría de que el hombre es el verbo hecho carne. El verbo es resultado de una vibración. Todo lo que existe en el mundo material es resultado de una onda vibratoria: la masa, el sonido, el color, el sabor, el sexo...en fin la vida. Existe una empatía para cada quien, según la fecha de nacimiento, con la influencia de ciertos planetas, colores, sabores, personalidad, amor. Cada uno de nuestros chacras vibra también por empatía a estas influencias energéticas y si esta empatía no se da entonces el chacra no se retroalimenta y se desequilibra. No sólo es NO comer u oir o ver o sentir chatarra, sino también buscar la empatía en la Naturaleza para energetizar nuestros chacras. El pentagrama, se dice, es amuleto contra los tenebrosos...SI lo es si tú crees firmemente que te representa y que andas en busca del ideal: convertirte en la estrella flamígera.